domingo, agosto 26, 2007

PRISA POR LLEGAR HABÍA.

Una mañana muy fría

cerca del amanecer

cuando la luna lucía

sobre el agua por llover

una familia gitana

lloraba su padecer.


¡Ay ¡ tan bueno como era

¡ay¡ por qué le pasó a él

gime una moza morena

a quien llaman Isabel.


El “Manu “el primo de la Isabel

recibió dos puñaladas

que terminaron con él.


Los dos calés más fornidos

subieron la caja a un carro

por un jamelgo arrastrado

careto, rocín huesudo

más jabonero que roano,

flaco, ruin y mal calzado.


Los gitanos no eran muchos,

dieciocho más o menos,

iban todos compungidos

estremecidos y tercos.


El campo santo a dos leguas.

Los dos de la funeraria

sin haber desayunado.

Prisa por llegar había.


Y mientras el conductor

de la ruinosa carreta

a la bestia iba azuzando

los gitanos tras de ella

siguen su paso ajustando.


La luna se había perdido

y el sol, de recién nacido,

iluminaba la vida...

Prisa por llegar había.

A poco, con visos de sobresalto,

el caballejo cansino

que pone su ritmo al trote.


Cabreo de los calés

La “Paca” que está redonda jadea

y un churumbel en sus brazos

murmura y contiene el llanto.


El “Tato” va cojeando

con su niño de la mano,

va cansado, va sudando.


Qué pasa “Manué” dice Antonio,

Qué va a pasá dice el “Manu”,

que está más cerca del carro,

que el carretero es un guarro.


Retabul del taran tantán

¿ qué va a pasá ?

Que estamos en Villalpando

y el carro se está escapando...

Roberto Bores Luis

14-10-2003

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